EN SARAH TRANSPORTISTAS PROTESTARON BLOQUEANDO PLANTA DE DREYFUS

Un medio centenar de transportistas bloquearon la planta de acopio perteneciente a la firma Dreyfus en demanda de un cupo de las cargas a transportar y el reconocimiento de la tarifa vigente. Plantaron la bandera de la Federación nacional que los agrupa, quemaron cubiertas, lanzaron algunas bombas de estruendo pero las autoridades de la empresa se negaron a dialogar. Ni la presencia policial disuadió a los que reclamaban quienes anunciaron su intención de acampar frente a la planta y mantener la medida hasta que se arribe a una solución.


Los transportistas, en su mayoría de esta localidad y Sarah manifestaron que habían optado por adoptar esta medida “cansados de la indiferencia de la empresa que no había atendido sus reclamos” efectuados en un principio pacíficamente. Pusieron, como ejemplo, que utilizando esa misma metodología, o sea el diálogo, otras empresas como la multinacional Cargill habían llegado rápidamente a un acuerdo.

En este caso, arribaron para encabezar el reclamo dirigentes de FETRA (FEDERACIÓN DE TRANSPORTISTAS ARGENTINOS) entidad nacional con sede en Rosario, en la persona de su presidente Ovidio Rodríguez, acompañado por Pablo Agolanti, secretario gremial y otros dirigentes y el presidente de la filial local, Darío Poma.

Los transportistas dejaron en claro que, aunque no los únicos, los principales motivos de sus reclamos son el cupo de cargas y las tarifas.

Explicaron que los camiones necesitan cargas todo el año, como es obvio, y las empresas cuando más los necesitan es en plena cosecha para acopiar el cereal desde los campos, viajes éstos que tienen muy baja rentabilidad. El transportista espera, como compensación, hacer un número mínimo de viajes a puerto durante el invierno pero la empresa destina el total de sus cargas al ferrocarril.

La otra demanda es la tarifa. Un viaje “largo” como puede ser puerto Rosario o Bahía Blanca debería cobrarse 110 pesos la tonelada, que es el acuerdo fijado en el orden nacional, pero las empresas quieren pagar sólo 85 o 90. “Con esos números, si rompemos el camión no lo podemos arreglar” dicen.

Así planteadas las cosas, y si bien encontraron cierta predisposición para dialogar por parte del gerente local, estas conversaciones no avanzaron por expresa disposición de la Gerencia Central Dreyfus Buenos Aires. Por tal motivo, los transportistas decidieron persistir en la medida.

Si bien no hubo violencia de ningún tipo, especialmente las bombas de estruendo conmocionaron la tranquila calma pueblerina de la pequeña localidad de Sarah e incluso su intendente Daniel Frencia se constituyó en el lugar para interiorizarse de los reclamos.

Por su parte, la policía local, no reportó daños ni agresiones.

Al cierre de esta edición, un grupo numeroso acampaban frente a la planta de la multinacional Dreyfus de la cual sus directivos se pudieron retirar sin ningún inconveniente.

Unos y otros, esperan que con la llegada del nuevo día se puedan encontrar caminos para encontrar la manera de solucionar el diferendo.

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